La inocencia y el ego no combinan.

La creatividad es algo innato, nacemos creativos porque vemos el mundo con inocencia y todo nos sorprende. Pero, desafortunadamente, a medida que vamos creciendo, las reglas de la sociedad van moldeando cierta forma de pensar, de actuar, y en muchos casos, hasta de sentir. Un gran ejemplo de esto es:

Ahora, la creatividad es la esencia de la publicidad, y generalmente en las agencias se dice que es mejor ‘pensar como niños para explotar más dicha creatividad’, pero, es irónico que se piense tener activa esa imaginación si dentro del mismo espacio hay tanta sobre potencia y tanto ego que enceguece. ¿De qué sirve el ego? Recuperemos esa inocencia, asombrémonos por cada detalle del mundo, divirtámonos cada instante y nunca dejemos de buscar. Tal vez – como diría Facundo Cabral – “…no perdiste la inocencia, sólo la ocultas por miedo a la burla de los que sólo pueden catalogar porque la perdieron…déjala salir y recomenzarán los juegos de tus primeros años, pero enriquecidos por la inteligencia…libérate de los preconceptos de la memoria y mira todo como por primera vez…”

Para concluir, cabe resaltar que este artículo no tiene la intención de juzgar a una empresa o a un grupo de personas, sino que más bien pretende invitar a la reflexión para dejar a un lado el ego y vivir con lo más lindo de nuestra infancia (de cómo éramos) combinado con lo mejor de ser adulto…porque eso sí combina 😉