¿Cómo cuidar al cliente interno?

Muchas veces las empresas le prestan toda su atención a sus clientes externos… ¿qué quieren?, ¿cuál es la mejor forma de satisfacer sus deseos?, ¿qué podemos hacer para mejorar la relación?, y un sinfín de preguntas que preocupan todos los días a directores, gerentes y demás, para que dicho cliente se sienta feliz – o en algunas ocasiones conforme – con lo que recibe.

¡Pero muchas empresas dejan a un lado otro tipo de cliente igualmente importante para la compañía: el cliente interno, es decir, los trabajadores!

Es fundamental cuidar y motivar a las personas que logran sacar adelante los proyectos de la empresa, que contribuyen a su éxito y que se esfuerzan por mejorar día a día. Pero lo cierto es que muchas veces por la presión, el estrés y las limitaciones del tiempo, no se le presta atención a los trabajadores…pero tranquilo/a, lo importante es ser consciente de esto e implementar acciones para mejorar:

Tangibles:

  • Disponer de un lugar de trabajo con espacio y permitir decoraciones (con moderación) para que se apropien de éste y se sientan cómodos al trabajar.
  • Ofrecerles herramientas de trabajo básicas: computadores, impresoras, hojas, esferos, ventilación, etc.
  • Contratar servicios de limpieza para mantener áreas comunes en el mejor estado (baños, comedor, pasillos, etc.).
  • Tener disponible agua, tinto, o té para que puedan tomar en el momento que lo necesiten.
  • Detalle de cumpleaños (tarjeta virtual, chocolates, bombas, bonos, etc.).
  • Organizar una buena actividad de fin de año para la celebrar 365 días de excelente trabajo.

Intangibles:

  • Reconocer el buen trabajo: halagos, premios, etc.
  • Agradecer el esfuerzo cuando se quedan horas extra, cuando trabajan desde la casa, cuando sacrifican algo personal por cumplir con lo laboral.
  • Tener humanidad ante alguna situación personal, desde una cita médica hasta alguna calamidad doméstica o el fallecimiento de un familiar.
  • Mantenerlos informados sobre la situación del proyecto en el que se está trabajando, o sobre cosas de la empresa.
  • Dejar de limitar sus funciones y tomar en cuenta las propuestas que hagan para que aporten en otras áreas.
  • Cuando la empresa tiene un trabajador completo (que presenta excelentes resultados, que es líder, que hace cosas más allá de sus funciones, que se la lleva muy bien con el equipo) no se debe esperar a que este pida algún incentivo monetario… si el presupuesto lo permite, es un buen gesto que los directivos tengan la iniciativa.
  • Organizar actividades en equipo que no tengan que ver directamente con el trabajo (salir a comer, a jugar, a hablar, etc.).
  • Respetar su trabajo y sus propuestas, y si hay errores, guiar de la forma más cordial y amable posible.

Estos son algunos consejos para cuidar al cliente interno, pero de seguro que puedes pensar muchos más (ajustados a la forma de trabajo y la filosofía de la empresa). Recuerda que los empleados contentos no trabajan, se divierten haciendo lo que les gusta…y un cliente interno feliz, es un trabajador que hace sus labores con gusto y pasión.