Neuromarketing: ¿somos conscientes de nuestras decisiones de compra?

Cuando entramos en contacto con una marca o producto recibimos información que ayuda a la toma de decisiones, ya sea porque interactuamos con él, porque hablamos de éste con otras personas, o porque miramos una campaña publicitaria.

Para que las marcas o empresas interesadas conozcan la reacción que tenemos ante esta información, se debe emplear una herramienta de análisis reciente pero con mucho potencial: el neuromarketing.

Aunque probablemente ya has escuchado esta palabra y conoces su significado, quisiéramos profundizar un poco más sobre el tema: la neurociencia lleva mucho tiempo haciendo estudios para entender el cerebro y la conciencia, y el neuromarketing viene aplicando esta investigación en el campo del mercadeo para conocer de manera más detallada y precisa sobre nuestros pensamientos y percepciones sobre una marca o un producto, estemos conscientes o no de nuestras decisiones…y sí, leíste bien, puede que parte de nuestras decisiones de compra las tomemos de forma inconsciente. Si bien esto de las decisiones inconscientes suena raro, o pensamos que es extraño, podemos hacer un ejercicio: piensa en el último objeto que compraste: ¿por qué compraste ese objeto y no otro?, ¿por qué de esa marca?, ¿alguien te la recomendó o viste algún anuncio que te persuadió?, ¿o simplemente lo compraste porque tienes algún hábito de compra que heredaste de tu familia?

Lo cierto es que muchas de las cosas que hacemos día a día son inconscientes: caminar, comer, dormir…es decir, tú no piensas en cómo caminar, simplemente lo haces. Este hábito, por ejemplo, está dentro de lo que podemos llamar “economía cognitiva”, porque no necesitamos de un gran esfuerzo cognitivo para hacerlo; y esto mismo pasa con nuestra interacción diaria con las marcas.

Ahora, tal vez para nosotros no sea muy relevante saber a ciencia cierta el porqué tomamos decisiones de la manera como lo hacemos, pero para las marcas y algunas empresas sí es una información valiosa conocer nuestra forma de pensar y actuar frente a sus productos para que puedan mejorar en su comunicación, presentación de producto, o simplemente para saber lo que no le gusta al target. Por ejemplo, la exposición de una misma marca en dos diferentes ciudades, como Nueva York o Sao Paulo no es la misma… ¿sabías que desde el 2007 se prohibió cualquier tipo de publicidad exterior en Sao Paulo? Este factor se convierte en uno de los muchos retos que tiene el neuromarketing: descubrir cómo las personas de Sao Paulo toman decisiones de compra, teniendo en cuenta que están menos expuestos a mensajes publicitarios.