El problema esencial de los modelos de negocio MLM (‘Multi-Level Marketing’)

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Jacobo Gheller
Brand & Marketing Strategist. Obsessed with learning and helping businesses grow.

Uno de los problemas más importantes que tienen los modelos de negocio MLM (empresas multinivel) es la duplicidad de identidades y sus consecuencias.

Me explico a través de un ejemplo ilustrativo:

Cuando una persona va a un supermercado, o a cualquier tienda, hay un comprador y un vendedor. Es decir, hay un oferente (la tienda) y hay un demandante (la persona que va a evaluar si compra o no compra).

Esta relación tiene dos identidades claramente definidas y diferenciadas. Hay alguien que quiere recibir un bien o servicio, y hay otro que lo ofrece.

Por lo tanto, si un abogado, un contador y un ingeniero se acercan a un supermercado, pueden evaluar comprar uno o varios productos sin tener que evaluar también el abrir un supermercado y vender ellos mismos los productos que hace unos momentos deseaban comprar. Ellos siguen sus vidas como abogados, contadores, ingenieros, etc.

Para un supermercado no es un éxito que sus distintos clientes también se dediquen a tener y manejar supermercados. El supermercado tiene éxito si personas de diversas profesiones —gente que se dedica a cosas distintas— trae sus ingresos a la tienda. Así mismo, el dueño del supermercado se beneficia de que hayan contadores para llevar las cuentas del negocio, abogados para solventar los temas legales, médicos para curar las enfermedades de los empleados, ingenieros para construir más tiendas sucursales, etc.

La variedad y diversidad de profesiones fortalece el tejido social y económico de un país.

El modelo MLM propone, promueve, y busca que estos abogados, contadores, e ingenieros también se conviertan en vendedores de los productos que están evaluando consumir.

Claro está, no es una obligación. Se puede ser aquella persona que sólo compra los productos de una MLM y los consume. Pero esas empresas —por diseño— necesitan que todos sus consumidores se vuelvan también vendedores. Bueno, es que si no, ¿cómo crecen?

Aquí aparece una relación donde el que antes era demandante (aquel ingeniero), se encuentra con la propuesta de ser también un oferente (vendedor o «tienda»). Aparece entonces la duplicidad de identidades. Ya no es claro, como el agua, quién es oferente y quién demandante. O si son los dos lados a la vez.

Para una MLM es un éxito que un consumidor se convierta en vendedor. Supongamos que eso sucede a escala global. Hagamos el ejercicio mental:

Cientos de miles de abogados, doctores, contadores, profesores, e ingenieros transformándose todos de consumidores de esos productos en vendedores de los mismos también, y dejando entonces cada vez más de lado sus diversas —y necesarias— profesiones y ocupaciones.

Imagina un país así. ¿Tú crees que eso fortalece la fibra social y económica de un país o la debilita?

No pretendo disuadir a la gente de probar este tipo de trabajo. Hay personas que han generado ingresos a través de modelos de negocio MLM. Pero no cabe duda que la duplicidad de identidades está presente y, a escala, contribuyen al debilitamiento de las sociedades.

No es coincidencia que las estadísticas muestren, una y otra vez, que estos modelos de negocio crecen inversamente proporcional a la riqueza y desarrollo de las regiones, ciudades, y países. Es decir, mientras más pobre la región, más probabilidades tiene el modelo MLM de crecer. Más que curioso, esto es lógico.

 


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